Encender el cigarrillo.
1, 2, 3.
Nunca pude encenderlo a la primera. Vos te reías de como lo sostenía, "como sostengo la lapicera"- te respondia.
Nunca te conté, pero llore la noche entera por tres días después de nuestro ultimo encuentro.
Sentí que te desvanecías de mi cuerpo, y no podía permitir que te fueras de esa forma tan dolorosa.
Se que nuestro fin no nos mostró mas sobre quienes somos, sino de como fuimos juntos.
A pesar de todo, creo que lo necesitabamos.
Yo necesitaba alguien como vos en mi vida, necesitaba conocerme para entenderme. Y me enseñaste que es mentira eso de que si no te queres nadie te va a querer. Porque se que me quisiste, pero no pude darme cuenta.
Yo sigo acá, como siempre, esperándome. Vos seguis riendo y fumando.
Dios, cuanto romantizaba eso.
Ya no fumo, pero el asma sigue matando lo que quedaba.
A veces siento que voy a estar ahí siempre, y un día mas después de eso.
1,2,3.
Cada vez que sostengo esta lapicera recuerdo, nos recuerdo.